Conocerse a sí mismo/a
Nuestras emociones, nuestras fortalezas personales o nuestros valores se encuentran dentro de nosotros mismos con un acceso que debería ser fácil, pero no suele ser así. No sabemos cómo funcionan nuestros sentimientos ni a qué reaccionan, qué nos guía o sobre qué nos apoyamos en los malos momentos. Ese desconocimiento nos hace no potenciarlo y, por tanto, permitir que nuestra autoestima pueda verse dañada.
La imagen que construimos sobre nosotros mismos es subjetiva y basada más en las opiniones o los juicios de los demás que en lo que realmente somos. Lo que nuestra familia nos ha dicho de pequeños sobre nuestro comportamiento, el desempeño escolar que los profesores nos reflejaban o malas experiencias en pareja nos crean algo que puede alejarse mucho de la realidad. Por tanto, esa construcción también irá relacionada con la autoestima, dañándola y creando relaciones negativas con otros y con nosotros mismos.
Uno de los pilares que hay que trabajar en la autoestima es el autoconocimiento. Sin él, la autoestima siempre dependerá de la valoración externa y podrá oscilar tanto como oscilen nuestras relaciones y nuestra experiencia.
